Psicología

SITUACIONES TRAUMÁTICAS EN EMERGENCIAS

bomberoPuede que durante nuestro trabajo nos encontremos con alguna situación que nos genera cierto impacto que nos impide funcionar en nuestra vida cotidiana. Puede que entonces nos pongan la etiqueta de traumatizados por un evento.

La sintomatología que una persona puede presentar bajo un hecho traumático es muy variada. Dado que mi objetivo es contar cómo podemos actuar para prevenir o que hacer en caso de vernos afectados, me limitare a decir sobre la sintomatología que se presenta a cuatro niveles: Físico, como por ejemplo nauseas o dificultad para respirar. Cognitivo, confusión o problemas de concentración. Emocional, irritabilidad o culpa. Y por ultimo Conductual, aislamiento o brotes de ira. Existen imnumerables lugares en la web donde se expecifican un gran listado de síntomas, por ello no me extiendo más.

En cuanto a cómo actuar ante eventos que pueden ser traumáticos hay dos factores determinantes. El primero hace referencia a la autoprotección en el lugar de los hechos y el segundo a qué hacer tras la intervención.

No siempre el profesional de emergencias es consciente de la importancia de cuidarse física y emocionalmente. La autoprotección la compone un conjunto de comportamientos y actitudes encaminadas a reducir las posibles lesiones y daños derivados de un siniestro. Conocer cuales son los riesgos existentes y poner en práctica las medidas a tomar para prevenirlos, son las herramientas más eficaces para minimizar las consecuencias físicas y emocionales de la intervención en una emergencia o un desastre.

St. Laurent. (1996), realiza una serie de recomendaciones a tener en cuenta en el lugar de los hechos:

• Controle el ritmo de trabajo: Supongamos un socorrista en una playa que tiene que nadar doscientos metros para llegar hasta la víctima, si el socorrista emplea todas sus fuerzas en llegar lo antes posible, al llegar junto a la víctima, que es el momento en que mas energía se requiere, es posible que no le queden suficientes fuerzas para hacer el rescate y regresar a la orilla o esperar ayuda. Además, muchas intervenciones en desastres pueden  prolongarse varios dias y hasta semanas.

• Descanse con frecuencia: El trabajo prolongado puede producir fatiga mental, esta fatiga es un factor de riesgo importante para sufrir algun tipo de accidente, fruto de la disminución de la atención y la alerta.

• Preste atención a los que le rodean. Si un compañero está agotado puede derivar en peligro para él y para todos los que estan junto a él.

• Cuide a los compañeros: Puede que con la tensión y las prisas un bombero antes de entrar en una vivienda incendiada no se haya dado cuenta que lleva mal colocada la mascarilla. O que la concentración en una tarea haga que no pueda estar pendiente de los peligros que pueden aparecer.

• Mantener un horario lo más normal posible. Es fundamental estar bien alimentado y dormir. Es bueno respetar el horario de la rotación

• Ingerir bastantes líquidos para evitar la deshidratación

• Si es posible, establecer un area de descanso lejos de la zona de intervención, y comer en un lugar limpio.

• Es importante ser conscientes de que hay cosas que no se pueden cambiar, como la cadena de mando, que el equipo no funcione o largas esperas.

• Hablar con los compañeros sobre lo que se está viviendo y sintiendo.

• Si la situación se pone muy difícil, ser consciente de que pueden aparecer sentimientos negativos que son normales ante una situación anormal.

• Pongase en contacto con sus seres queridos con la mayor frecuencia posible.

• Si sus mandos le proporcionan ayuda psicologica aceptela.

Después de terminar la intervención, lo normal es regresar a la base satisfechos por el trabajo realilzado, sobretodo si ha sido algo en que se ha requerido más destreza o técnica de lo habitual y se ha desempeñado correctamente. En muchas ocasiones el espectáculo vivido ha podido ser dantesco, aun así, a nivel psicológico solo se convierte en una anécdota que recordar en las reuniones informales del equipo de trabajo, o incluso en materia para bromear o hacer chistes. Por ejemplo, no es de estrañar que tras haber intervenido con cuerpos calcinados tras un incendio, alguien al llegar a la base comente si apetece comerse un churrasco vuelta y vuelta. Esta frivolización sobre los hechos es una de las herramientas más utilizadas para liberar tensiones sobre lo visto o lo ocurrido.

Pero puede que tras la participación en alguna emergencia podamos haber sido impactados psicológicamente, permaneciendo en un estado emocionalmente inestable que nos provoca sufrimiento. Surge  entonces la necesidad de evitar lugares y momentos que puedan hacer recordar la tragedia pasada, sintiéndonos paralizados y permaneciendo en una situación estática, casi de duelo. Aunque a la larga, la percepción de los hechos irá cambiando, estos síntomas llegan a interrumpir la capacidad de trabajo, evidenciando que estamos ante algun tipo de desorden.

St. Laurent. (1996), da una serie de recomendaciones para hacer después de los hechos:

• Pasar tiempo con otros o a solas haciendo actividades placenteras. Una escapada de fin de semana, deportes, un concierto, etc.

• Ser consciente que puede sentirse miedo por los seres queridos, este sentimiento u otros parecidos son normales y desaparecerán con el tiempo.

• La familia es un buen apoyo emocional, la situación requiere paciencia, comprensión y comunicación.

• Volver a la normalidad requiere su tiempo, es importante volver a las rutinas e ir asumiendo responsabilidades, aunque sea de forma gradual.

• La recuperación no es un camino recto, es más bién dos pasos adelante y uno hacia atrás.

• Evite el consumo excesivo de medicamentos y alcohol.

• Aprecie su sentido del humor y el de los demás. No tiene nada de malo volver a reír.

• Hacer ejercicio y  una alimentación equilibrada ayudará a descansar mejor.

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