Psicología

El Duelo. Cuando duele la pérdida de un ser querido.

Últimamente, entre accidentes, desastres naturales y  atentados terroristas, nos  encontramos con noticias en las que hay personas que pierden la vida de forma violenta.lazo-rosa-luto Cuando nos topamos con este tipo de noticias en los informativos o a través de las redes sociales, es normal que pensemos en los familiares de las víctimas, sobre todo si hay menores afectados. ¿Cómo se toman la noticia? ¿Cuáles son sus reacciones?  ¿Cómo superarán lo sucedido? ¿Qué hacen los psicólogos con las familias ante estas situaciones?

La noticia del fallecimiento de un ser querido, siempre genera una serie de reacciones emocionales que abarcan un amplio espectro de conductas. Al conjunto de respuestas que suelen dar las personas ante estos eventos se denominan en psicología de emergencias y desastres procesos de duelo.  Si esa noticia se presenta de forma inesperada ante algún tipo de accidente puede derivar en una situación traumática. Las respuestas que las personas solemos dar ante esta situación se pueden resumir en varias etapas o fases, aunque hablar de etapas no significa que estas emociones y conductas aparezcan de forma sucesiva guardando un orden. Estos estados emocionales  vienen y van de forma espontánea a lo largo del proceso de duelo, aunque si es cierto, que según va avanzando el proceso, unos sentimientos van tomando más protagonismo en detrimento de otros.

La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross estableció el proceso del duelo en  5 fases:

  1. NEGACIÓN.– El shock que genera la noticia de la pérdida puede hacer que queramos poner una barrera psíquica ante el dolor, negando lo sucedido, mostrando incredulidad o mostrándonos insensibles. En esta situación queremos comprobar por nuestros propios ojos que es real lo que está pasando.
  2. IRRITACIÓN E IRA.- Un nivel alto de ansiedad, llanto espontáneo, búsqueda de culpables y sentimientos de culpa y rabia. La frase más común es aquella de ¿Por qué a mí?
  3. NEGOCIACION.- En algún momento podemos plantear algún tipo de trato básicamente con Dios, en el que planteamos que cese el dolor a cambio de que lo que pasa no sea cierto. Una frase muy común que solemos decir en esta situación es la de “Dios mío, llévame a mí en su lugar”
  4. DEPRESION.- Empieza a aceptarse la realidad y aparecen fuertes sentimientos de tristeza, de incertidumbre sobre el futuro y la capacidad de sobreponerse. Es normal que aparezca el miedo a no ser capaz de seguir adelante.
  5. ACEPTACIÓN Y RECUPERACIÓN.- Poco a poco la ansiedad va reduciendo, la sensación de bloqueo e incertidumbre da paso a toma de decisiones para adaptarse a los cambios y retomar el tren de vida normal, dadas las circunstancias.

A nivel conductual y emocional, hay muchos más sentimientos y comportamientos que los humanos somos capaces de hacer ante este tipo de situación traumática. Lo que si hay que tener claro, es que son conductas y sentimientos normales, que se presentan ante una situación anormal.

En próximos post hablaré de cómo actúan los psicólogos de emergencias y desastres en estas situaciones y que pautas pueden seguir los afectados para salir adelante.

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